Charles Spurgeon Collection: Spurgeon - C.H. - Tesoro de David (Treasury of David): 057 Salmo 57

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Charles Spurgeon Collection: Spurgeon - C.H. - Tesoro de David (Treasury of David): 057 Salmo 57



TOPIC: Spurgeon - C.H. - Tesoro de David (Treasury of David) (Other Topics in this Collection)
SUBJECT: 057 Salmo 57

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SALMO 57

Esta petición es una oración compacta, llena y breve, y digna de ser el emblema de un cántico sacro. David había dicho: «No le destruyas», con referencia a Saúl, cuando lo tenía en su poder, y ahora él se complace en emplear las mismas palabras en su súplica a Dios. Podemos inferir por el espíritu de la oración al Señor que el Señor nos eximirá a nosotros si nosotros eximimos a nuestros enemigos. Hay cuatro «No destruyas» en los Salmos, a saber: en el 57, el 58, el 59 y el 75. C. H. S.

Desde el punto de vista místico este himno se puede entender de Cristo, el cual en los días de su carne se veía asaltado por la tiranía tanto de sus enemigos espirituales como de los temporales. Sus enemigos temporales, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, se agitaban furiosamente y tomaban consejo contra El. El principal de los sacerdotes, y los príncipes, eran, según dice Jerónimo, como leones, y el pueblo como los cachorros de los leones, todos ellos dispuestos a devorar su alma. Los gobernantes pusieron una red a sus pies con sus interrogatorios capciosos, preguntando: «¿Es licito dar tributo a César, o no?» (Mateo 22:17); y si la mujer tomada en adulterio debía ser apedreada o no (Juan 8:5).

El pueblo estaba soliviantado cuando vociferaban contra El, y sus dientes y lenguas eran como lanzas y espadas clamando: «Crucifícale, crucifícale.» Sus enemigos espirituales también buscaban el modo de devorarle; su alma se hallaba entre leones todos los días de su vida hasta la hora de su muerte, y entonces de modo especial. El diablo, al tentarle, puso un lazo a sus pies; y la muerte cavó una fosa para El con la idea de devorarle. Así como David se hallaba en la cueva, lo mismo Cristo, el Hijo de David, se hallaba en la tumba. John Boys

Vers. 1. Ten misericordia de mí, oh Dios. Este Salmo excelente fue compuesto por David cuando había suficiente para desconcertar al mejor hombre del mundo. John Flavel

Y en la sombra de tus alas me ampararé.
No iba a esconderse en la cueva solamente, sino en la Roca de los siglos hendida. C. H. S.

Hasta que pasen los quebrantos.
Atanasio dijo de Juliano, que estaba furioso contra el Ungido del Señor: «Nubecula est, cito transibit»; es decir: «Es una pequeña nube, que pronto pasará». John Boys

Vers. 2. Clamaré. Está seguro, pero, con todo, ora, porque la fe nunca es muda. Ora porque cree.

Vers. 3. El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me acosa. ¡ Oh perro del infierno, no sólo seré librado de tu mordedura, sino incluso de tu ladrido! Nuestros enemigos no tendrán el poder de burlarse de nosotros, sus burlas crueles y sus increpaciones serán terminadas por el mensaje de los cielos, que nos salvará para siempre. C. H. S.

Selah.
Ante una misericordia tan grande, tenemos que hacer una pausa y meditar. ¡Reposa, cantor, porque Dios te ha dado descanso!

Dios enviará su misericordia y su verdad. El pedía misericordia y la verdad vino con ella. Así nuestro Dios nos da más de lo que pedimos o pensamos. Sus atributos, como los ángeles, están siempre dispuestos a acudir a rescatar a sus escogidos. C. H. S.

Vers. 4. Mi vida está entre leones. Once papas llevaron este nombre, de los cuales, todos menos dos o tres eran leones rugientes, leones voraces que buscaban una presa. John Boys

Y yo me hallo como el que está en medio del fuego.
Como la zarza de Horeb, el creyente se halla con frecuencia en medio de llamas, pero nunca es consumido. Es un gran triunfo de la fe cuando somos echados entre tizones y hallamos descanso, porque Dios es nuestra defensa. C. H. S.

Los horrores de un foso de leones, y de un horno encendido, y el cruel azote de la guerra, son imágenes vívidas que David usa aquí para describir el peligro y miseria de su condición presente. John Morison

Vers. 6. Red han tendido a mis pasos; se ha abatido mi alma; cavaron una fosa delante de mí; en ella han caído ellos mismos.

Selah.
El mal es una corriente que un día refluye a su fuente. Selah. Podemos estar sentados en la boca del foso y ver con asombro la retribución justa de la providencia a los malos. C. H. S.

Vers. 7. Mi corazón está dispuesto. Uno podría pensar que diría: «Mi corazón está fluctuante», pero no, está calmado, firme, contento, resuelto, fijo. Cuando el eje central está seguro, toda la rueda es afirmada. Si nuestra anda de proa se mantiene firme, el barco no irá a la deriva.

Oh Dios, mi corazón está dispuesto. Estoy resuelto a confiar en Ti, a servirte y a alabarte. Fijémonos que esta expresión se repite dos veces, para gloria de Dios, quien en consecuencia consuela y fortalece el corazón de sus siervos. Y esta promesa, lector, es firme y segura también para ti si tu corazón, una vez extraviado, se halla ahora resuelto a confiar en Dios y a proclamar su gloria.

Cantaré, y trovaré salmos. Con mi voz y con instrumentos voy a celebrar tu adoración. Con el labio y con el corazón te daré honor. Satanás no va a detenerme, ni Saúl, ni los filisteos. Haré que Adullam resuene con la música, y todas las cuevas van a resonar con el eco del gozoso canto. Creyente, haz una firme resolución de que tu alma, en todas las ocasiones, engrandecerá al Señor.

Canta, aunque el sentido y la razón

Te dicen que es mejor que calles;

Canta y considera una traición

Que un santo no le dé alabanza.

-C. H. S.

Los santos, tanto si vencen como si son vencidos, siguen cantando. Bendito sea Dios por esto. Que los pecadores tiemblen al contender con hombres de un espíritu tan celestial. Wm. S. Plumer

La sinceridad hace que el cristiano cante cuando no tiene nada con que cenar. David no se hallaba en mejor situación cuando se escondió en la cueva; con todo, nunca le hemos visto más contento, y su corazón hace una música más dulce que su arpa. Wm. Gurnall

Vers. 8. Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa. Hemos de cantar con gracia y entusiasmo. No sólo con la gracia habitual, sino con entusiasmo también; la música de los instrumentos no deleita sino cuando son tocados. En este deber hemos de seguir el consejo de Pablo a Timoteo (2! Timoteo 1:16), activar la gracia que hay en nosotros y exclamar como David: «Despierta amor, despierta deleite.»

Es necesario dar cuerda al reloj si esperamos que nos indique la hora; el pájaro está contento, no en su nido, sino en su canto; las campanas sólo repiquetean cuando dan vueltas. Por tanto, pidamos al Espíritu Santo que sople sobre nuestro jardín, para que la fragancia de las especias del mismo se desparrame cuando nos disponemos a este gozoso servicio. Dios ama la gracia activa en el deber, para que el alma pueda estar ataviada cuando se presenta ante Cristo para adorarle. John Wells en Ejercicios Matutinos

Vers. 10. Y hasta las nubes tu verdad. Él pone el sello de su verdad, el arco iris, sobre las nubes, el cual ratifica su pacto; en las nubes Él esconde su lluvia y la nieve, que demuestran su verdad al traernos los tiempos de la siembra y la cosecha, el frío y el calor. C. H. S.

Vers. 11. ¡Álzate, oh Dios, sobre 105 cielos! Sobre toda la tierra sea tu gloria. Nunca salieron de labios humanos mayores palabras de oración. Los cielos y la tierra tienen una historia mutuamente entretejida, según implican, y el fin bendito y glorioso de esto es la sonrisa de la gloria divina sobre ambos. Frank Delitzsch

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