C. H. S.
Vers. 3. Reconoced que Jehová es Dios. «Conócete a ti mismo» es un aforismo sabio, pero el conocer a nuestro Dios es una sabiduría Superior; y es muy discutible si un hombre puede conocerse a sí mismo antes de conocer a su Dios. Jehová es Dios en el sentido más pleno, absoluto, exclusivo. El solo es Dios; el conocerle en este carácter y mostrar nuestro conocimiento por medio de la obediencia, la confianza, la sumisión, el celo y el amor es un logro que sólo la gracia puede conceder. C. H. S.
De las razones de esta exhortación aprendemos que tal es nuestro ateísmo natural, que tenemos necesidad una y otra vez de ser instruidos, que el Señor es Dios; por medio del cual, y por el cual, son todas las cosas. David Dickson
Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. El renunciar a recibir el honor nosotros mismos es una parte necesaria de la verdadera reverencia, como el atribuir toda la gloria al Señor. Por nuestra parte, hallamos mucho más fácil creer que el Señor nos hizo, que no que nos hemos desarrollado a través de una larga cadena de selecciones naturales, a partir de átomos flotantes que nos formaron. C. H. S.
El lo hizo todo sin la ayuda o concurrencia de otro. No había quien le ayudara o cooperara en lo más mínimo con El en la obra de la creación... Los que ayudan o concurren con otro para hacer una cosa pueden reclamar parte de ella; pero aquí no existe oportunidad para reclamación alguna, ya que el Señor lo hizo todo. Sólo El. David Clarkson
Muchos han derivado consolación de estas palabras; como, por ejemplo, Melanchthon cuando se hallaba desconsolado y afligido junto al cuerpo de su hijo, en Dresde, el 12 de julio Deuteronomy 1559. Pero en «El nos hizo; pueblo suyo somos» hay una rica mina de consolación y amonestación, porque el Creador es también nuestro Dueño, su corazón se une a su criatura, y la criatura se lo debe todo enteramente a El, sin el cual no habría recibido su ser, y no seguiría viviendo. F. Delitzsch
Los masoretas, al alterar una letra en el texto hebreo, leen: «Él nos hizo, y nosotros somos suyos», o «a El pertenecemos». Poniendo estos dos textos juntos, nos damos cuenta de que Dios nos hizo, y no «nosotros a nosotros mismos», por lo que somos, no nuestros, sino suyos. Matthew Henry
Vers. 5. Porque Jehová es bueno. Esto resume su carácter y contiene una serie de razones para la alabanza. El es bueno, misericordioso, bondadoso, generoso, amante; sí, Dios es amor.
Su misericordia es para siempre. Dios no es mera justicia severa y fría; sus entrañas son compasivas y no quiere la muerte del pecador.
Y su verdad por todas las generaciones. Sería mejor si algunos teólogos recordaran la verdad de la fidelidad divina más plenamente; esto derribaría su creencia en la posible caída final de un creyente y les enseñaría un sistema más consolador. C. H. S