Charles Spurgeon Collection: Spurgeon - C.H. - Tesoro de David (Treasury of David): 101 Salmo 101

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Charles Spurgeon Collection: Spurgeon - C.H. - Tesoro de David (Treasury of David): 101 Salmo 101



TOPIC: Spurgeon - C.H. - Tesoro de David (Treasury of David) (Other Topics in this Collection)
SUBJECT: 101 Salmo 101

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SALMO 101



Título: «Salmo de David». Éste es precisamente un Salmo que el hombre según el corazón de Dios redactaría cuando estaba a punto de llegar a ser rey de Israel. Es de David por completo, directamente, decididamente; no hay indicio de vacilación; el Señor le ha designado para ser rey, y él lo sabe; por tanto, se propone en todas las cosas comportarse como corresponde a un monarca a quien el mismo Señor ha escogido.



Si le llamamos el «Salmo de las resoluciones piadosas» podremos, quizá, recordarlo más fácilmente. Después de varios Salmos de alabanza, un Salmo de práctica no sólo ofrece variedad, sino que es muy apropiado. Nunca alabamos mejor al Señor que cuando hacemos las cosas que son agradables a su vista. C. H. S.



Este es el Salmo que los antiguos expositores acostumbraban a designar «El espejo para los magistrados»; y es, en realidad, un excelente espejo. Aceleraría muchísimo la llegada del tiempo en que toda nación seria la posesión de Cristo y cada capital una «ciudad del Señor» si todos los magistrados pudieran ser persuadidos de revestirse del espíritu de este Salmo cuando van a ejecutar las funciones que corresponden a su oficio. William Binnie Eyring, en su Vida de Ernesto el Pío (duque de Saxegoth), refiere que envió a un ministro infiel una copia del Salmo ciento uno, y que pasó a ser un proverbio en el país cuando un funcionario hacía algo equivocado o impropio: «Pronto va a recibir el Salmo del Príncipe para que lo lea.» F. Delitzsch.



El Salmo ciento uno era muy querido por el más noble de los príncipes rusos, Vladimir Monomacos; y por el más manso de los reformadores ingleses, Nicholas Ridley. Y ha sido lo profundo y sincero de su intención práctica lo que le ha dado tal estimación.



Está lleno de una exclusividad adusta, una noble intolerancia, no contra el error teológico ni contra las costumbres descorteses, ni contra la insubordinación política, sino contra el corazón orgulloso, la mirada altiva, la calumnia secreta, el intrigante engañoso, el fabricante de mentiras. Estos son los individuos a quienes David quiere excluir de su corte; éstos son los rebeldes y herejes a quienes él no quiere tolerar en su casa o poner en ellos la vista. Arthur Penrhyn Stanley, en «Lectures on the History of the Jewish Church»



Vers. 1. Misericordia y justicia cantaré. Deberíamos bendecir tanto al Señor por el juicio con que disciplina nuestro pecado como por la misericordia con que lo perdona; hay tanto amor en los golpes de su mano como en los besos de su boca. C. H. S.



¡Oh, qué hermosa es esta misericordia en el tiempo de la angustia y la tribulación! Es como una nube de lluvia que llega en el tiempo de sequía. Pero esta misericordia de que se habla aquí en la primera parte del canto del profeta se extiende aún más; se despliega en clemencia, bondad y compasión. En clemencia, perdón para los malhechores; compasión, al aliviar al afligido; en bondad, hacia todos. George Hakewill



¿Hay algún hijo de Dios que pueda mirar el historial variado de su corazón o su historia externa, y no ver la bondad y severidad, severidad y bondad, siguiéndole en todo su camino? ¿Ha tenido que beber alguna copa tan amarga que no pueda decir: «Aquí no hay misericordia»? ¿Ha tenido un curso tan esplendoroso que pueda decir: «No hay disciplina ni corrección aquí»? ¿Ha tenido alguna vez malas noticias, y no ha habido noticias buenas que hayan contrarrestado las anteriores y le hayan aliviado? ¿Ha sido su cielo tan oscuro que no haya habido ninguna estrella visible, o una nube tan negra que no haya habido rastro de promesa de arco iris en ella? Hugh Stowell



Vers. 2. ¿Cuándo vendrás a mí? Si Dios es con nosotros, no vamos a errar en el juicio ni a transgredir en él la conducta; su presencia nos trae sabiduría y santidad; lejos de Dios nos hallamos lejos de la seguridad.



Andaré en el interior de mi casa en la integridad de mi corazón. Lector, ¿cuál es tu comportamiento en relación con tu familia? ¿Cantas en el coro y pecas en tu casa? ¿Eres un santo fuera y un demonio en casa? ¡Qué vergüenza! Lo que somos en casa, esto es lo que somos verdaderamente. No puede ser un buen rey aquel cuyo palacio es un centro de vicio, ni un verdadero santo aquel cuya casa es una escena de contiendas, ni un ministro fiel aquel que no es bienvenido cuando aparece en la casa alrededor del hogar. C. H. S.



Es un mal marido el que tiene dinero para gastar entre sus amigos fuera, pero no lo tiene para aprovisionar a la familia en su casa. Y ¿puede ser un buen cristiano el que exhibe toda su religión fuera y no le queda ninguna para sus allegados en la casa? William Gurnall



Es más fácil para muchos hombres andar con un corazón perfecto en la iglesia, o incluso en el mundo, que entre sus propias familias. ¡Cuántos hay que son mansos como corderos entre los otros, y cuando están en casa son como avispas o tigres! Adam Clarke



Vers. 3. Cosa injusta. El original, si lo traducimos palabra por palabra, dice: «No pondré palabra de Belial delante de mis ojos.» Pero «palabra» es traducido aquí figurativamente por «cosa»; como en el Salmo 41:8; y así es traducido tanto por Montano en el margen, como en el texto por Junio; sin embargo, en su comentario sobre este Salmo, él sigue de modo preciso el original, aplicándolo a los halagadores y aduladores, las ratas y polillas de la corte. George Hakewill



Aborrezco la obra de los que se desvían. Estaba del todo resuelto contra ellos; no los veía con indiferencia, sino con desprecio y aborrecimiento. El odio al pecado es un buen centinela a la puerta de la virtud. C. H. S.



Nada de ellos se me pegará. Un pájaro puede descender y posarse sobre la casa de uno, pero puede decidir si hace nido allí o no; y el diablo o sus instrumentos pueden presentar un objeto malo a la vista de un hombre, pero éste puede decidir silo acepta y abraza o no. El que un hombre ponga delante de sus ojos cosas malas no es otra cosa que pecar en el propósito, disponerse a pecar o venderse al pecado, como Hizo Acab (lº Reyes 21). George Hakewill



Vers. 4. Un corazón perverso. El sentido original de este perverso es retorcido o contorcido, y denota, cuando se aplica al hombre, una persona de disposición astuta, que puede retorcerse en formas y maneras, de modo que no hay verdad y honor en él, de que uno pueda fiarse. Samuel Chandler



Vers. 5. Al que solapadamente difama a su prójimo, lo exterminaré. El dar una puñalada a otro en la oscuridad es uno de los crímenes más atroces y debe ser reprobado con ahínco; con todo, algunos que son culpables de ello hallan apoyo en lugares encumbrados y son considerados hombres de confianza, de vista y previsión, que tienen a sus señores bien al corriente de las cosas. C. H. S.



Vers. 6. El que ande en el camino de la perfección, ése será mi servidor. Lo que yo quiero ser es lo que deseo que sean mis siervos. Los amos son responsables en alto grado de lo que son sus siervos, y es costumbre culpar a un amo que retiene en su servicio a personas de carácter nefando; por tanto, a menos que nos hagamos partícipes de los pecados de otros, haremos bien en declinar los servicios de las personas de mala reputación. C. H. S.



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