Charles Spurgeon Collection: Spurgeon - C.H. - Tesoro de David (Treasury of David): 108 Salmo 108

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Charles Spurgeon Collection: Spurgeon - C.H. - Tesoro de David (Treasury of David): 108 Salmo 108



TOPIC: Spurgeon - C.H. - Tesoro de David (Treasury of David) (Other Topics in this Collection)
SUBJECT: 108 Salmo 108

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SALMO 108



Un cántico o Salmo de David. Para ser cantado jubilosamente como un himno nacional o solemnemente como un Salmo sagrado. No basta con dejar este Salmo simplemente refiriendo al lector al Salmo 42:7-11, y luego al Salmo Matthew:5-12, aunque se verá inmediatamente que estas dos porciones de la Escritura son casi idénticas a los versículos que tenemos delante.



Es verdad que la mayoría de los comentaristas lo han hecho, y no somos tan presuntuosos como para disputar su sabiduría; pero estamos convencidos de que las palabras no habrían sido repetidas si no hubiera habido un motivo para hacerlo, y que este motivo no quedaría explicado si cada oyente hubiera podido decir: «Ah, esto ya lo vimos antes y, por tanto, no tenemos que meditar sobre ello otra vez.»



El Espíritu Santo no se queda corto de expresiones cuando las necesita, de modo que tenga que repetirse a sí mismo, y la repetición no se explica con decir que es meramente para llenar el libro; tiene que haber alguna intención en el arreglo de las dos expresiones divinas anteriores en una nueva conexión; el que podamos descubrirla es otra cosa. Por lo menos, nosotros hemos de esforzarnos en hacerlo, y podemos esperar la ayuda divina para ello.



Tenemos delante «El Cántico matutino del guerrero» con el cual adora a su Dios y corrobora su corazón antes de entrar en los conflictos del día. Como el antiguo oficial prusiano acostumbraba a orar para invocar la ayuda del «aliado augusto de su majestad», así David apela a su Dios y levanta su bandera en nombre de Jehová.



Algunas expresiones son tan admirables que deberían ser usadas de nuevo; ¿quién tirará la copa porque ya ha bebido en ella? Dios debe ser servido con las mejores palabras, y cuando las tenemos, no hay por qué no usarlas dos veces. El usar las mismas palabras continuamente y no pronunciar nunca un nuevo cántico sería gran negligencia y llevaría a un formalismo muerto, pero no tenemos que considerar una novedad de lenguaje como esencial para la devoción, ni esforzarnos por ella como una necesidad urgente. C. H. S.



Vers. 1. Mi corazón está dispuesto (fijo). Las ruedas del carro giran, pero el eje no; las aspas del molino giran con el viento, pero el molino está inmóvil; la tierra gira alrededor de su órbita, pero su centro está fijo. Así el cristiano, en medio de las escenas y las fortunas cambiantes, puede decir: «Mi corazón está fijo.» (En el original, «está fijo, decidido».) G. S. Bowbs



Como sabemos, el huerto que es regado por chubascos súbitos, no es probable que produzca tanto fruto como uno que es regado por una corriente constante; y lo mismo cuando nuestros pensamientos están puestos sobre cosas buenas y luego cambian; cuando dan un vistazo a un objeto santo y luego se desvían, no hay tanto fruto en el alma.



En la meditación, pues, nuestro corazón debe estar fijo sobre el objeto, hemos de dejar que se saturen los pensamientos, como el santo David: «Dios mío, mi corazón está fijo.» Hemos de observar la cosa con detenimiento, todos sus matices, líneas y colores; como la Virgen, que guardaba todas estas cosas y las consideraba en su corazón.



Verdaderamente, la meditación es no sólo el ocupar los pensamientos, sino el centrarlos; no sólo el emplearlos, sino el enfocarlos sobre algún asunto espiritual; entonces, el alma, meditando sobre algo divino, dice como los discípulos en la Transfiguración (Mateo 17:4): «Es bueno que nos quedemos aquí.» John Wells



Tal como un músico primero afina su instrumento y luego lo toca, así debe el santo siervo de Dios primero laborar para poner su espíritu, corazón y afectos en estado sólido y decidido de adoración, y luego ir a trabajar. Primero hemos de ser espoleados a hacer el uso apropiado de los medios, antes que los medios sean apropiados para estimularnos; por tanto, dijo: «Despertaré al alba.» David Dickson



Esta es mi gloria. Con mi intelecto, mi lengua, mi facultad poética, mi habilidad musical, todo lo que me da renombre y me confiere honor. Es mi gloria poder hablar y no ser un animal mudo, por tanto mi voz manifestará tu alabanza; es mi gloria conocer a Dios y no ser un pagano, y por tanto mi intelecto instruido te adorará; es mi gloria ser un santo y no ser ya un rebelde, por tanto la gracia que he recibido te bendecirá; es mi gloria ser inmortal y no un mero bruto que perece, por tanto mi vida interior celebrará tu majestad. C. H. S.



Vers. 2. Con referencia a este pasaje, el Talmud dice: «Al lado de la cama de David solía colgar una cítara, y cuando llegaba la medianoche, y el viento soplaba entre las cuerdas, sonaban por sí solas, y entonces él se levantaba y se ocupaba de la Torá, hasta que la columna de la aurora ascendía.» Rashi observa: «La aurora despierta a Otros reyes; pero yo, dice David, despertaré al alba.» Franz Delitzcsch



Vers. 3. Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos. Sea quienquiera que venga a oírme, devoto o profano, creyente o pagano, civilizado o bárbaro, no cesaré en mi música. C. H. S.



Vers. 4. Porque más grande que los cielos es tu misericordia. Su misericordia es grande, la misericordia cantada recientemente (Salmo 107:1 y 43). Es «desde arriba los cielos»; esto es, desciende a nosotros como gotas de una lluvia vivificante; y, como la «paz de la tierra» de Lucas 2:14, fue primero «paz en el cielo» (Lucas 19:38). Andrew A. Bonar



Vers. 5. Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios, y sobre la tierra sea enaltecida tu gloria. Que tu alabanza sea en conformidad con la grandeza de tu misericordia. ¡Ah, si tuviéramos que medir nuestra devoción así, con qué ardor cantaríamos! Toda la tierra, con su bóveda colgante, parecería demasiado pequeña como orquesta, y todas las facultades de toda la humanidad demasiado pequeñas como aleluya. Los ángeles tendrían que venir a ayudarnos, y sin duda lo harían.



Vendrán aquel día en que toda la tierra estará llena de las alabanzas a Jehová. Esperamos con anhelo el día en que Dios será adorado por todos y su gloria en el evangelio será conocida por todas partes. Esta es una oración verdaderamente misionera.



David no presentaba el exclusivismo de los judíos modernos o la estrechez de corazón de algunos cristianos nominales. Por su amor a Dios, para que su gloria pudiera ser revelada por todas partes, deseaba ver cielo y tierra llenos de la alabanza divina. Amén, así sea. C. H. S.



Vers. 9. Moab, la jofaina para lavarme; y sobre Edom echaré mi calzado. Esta expresión es algo difícil, pero puede ser explicada. Moab y Edom habían de ser reducidos al estado de vasallaje del pueblo de Dios. El uno había de ser como una jofaina, adecuada sólo para lavar los pies, en tanto que el otro había de ser como el esclavo que de pie espera recibir las sandalias que le echa la persona que va a ejecutar sus abluciones, para que las ponga en lugar seguro, y luego viene a lavar los pies de su amo. Rays from the East Sobre Edom echaré mi calzado. Será como el suelo sobre el cual, el que se baña, echa sus sandalias; se hallará bajo su pie, sometido a su voluntad y perteneciéndole. Edom era orgulloso, pero David le echa su sandalia; su capital era altiva, pero él le echa su sandalia; era fuerte, pero él le echa su sandalia como advertencia para la batalla. No había entrado David todavía en las fortalezas de ellos excavadas en la roca, pero como el Señor estaba con él, estaba seguro de poder hacerlo. Bajo el caudillaje del Todopoderoso, estaba seguro de conquistar al arisco Edom, de modo que le mira como un mero esclavo, sobre el cual puede exultar a placer.



No tenemos por qué temer a los que defienden el lado falso en una contienda, porque, como Dios no está con ellos, su sabiduría es locura, su fuerza, debilidad; y su gloria, su vergüenza. Pensamos demasiado en los enemigos de Dios y hablamos de ellos con demasiado respeto. ¿Por qué hemos de llamar al papa de Roma Su Santidad? ¿Qué se nos da de sus cardenales, legados y emisarios? C. H. S.



Moab, que había seducido a Israel a la impureza, es hecho una vasija para la purificación. Edom, descendiente de aquel que despreció la primogenitura, se ve privado de su independencia; porque «echar el calzado» sobre uno era una señal de la transferencia de una reclamación previa sobre la tierra (Rth_4:7). William Kay



Vers. 10. La ciudad fuerte edificada sobre la roca, como el corazón endurecido del hombre, más fuerte que la tumba, El lo ha conquistado y vencido; y con El y su poder su pueblo ha de hacer su campaña de guerra, y derribar todas las fortalezas del orgullo humano, la obstinación y la impenitencia de los hombres. Plain Commentary



Vers. 11. Si tú, oh Dios, nos has desechado. Ésta es una gran fe que puede confiar en el Señor incluso cuando parece que El nos ha desechado. Algunos apenas pueden confiar en El cuando los mima, y, en cambio, David confía en El cuando Israel parece hallarse bajo una nube y el Señor ha escondido su rostro. ¡Oh, si tuviéramos más de esta fe real y viva! El ser echado no durará mucho cuando se mantiene una fe tan gloriosa. Nadie sino los elegidos de Dios han obtenido una fe preciosa.



¿Quién será el medio por el cual obtengamos una bendición prometida? No tenemos por qué desanimarnos si no percibimos ningún agente secundario, porque podemos apoyarnos en el mismo que prometió y creer que El mismo va a cumplir su palabra que nos ha dado. Si nadie más nos lleva a Edom, el mismo Señor lo, hará si El lo ha prometido. O si ha de haber instrumentos visibles, El usará nuestros ejércitos, por débiles que sean.



No tenemos necesidad de que sea creada ninguna nueva entidad para socorrernos, Dios puede reforzar nuestras huestes presentes y capacitarías para hacer todo lo que sea necesario; todo lo que es menester, incluso para la conquista del mundo, es que el Señor salga con las fuerzas que tenemos ya. El puede hacemos entrar en la ciudad fortificada incluso con las armas débiles que empuñamos hoy. C. H. S.



¿No querrás, oh Dios? Su mano nos guiará incluso a Petra, que parece inexpugnable para la fuerza humana. Esta maravillosa ciudad en las rocas de los edomitas estaba rodeada por peñascos, algunos hasta de trescientos pies de altitud, y había un solo camino de doce pies de anchura que llevaba a ella. La ciudad misma estaba parcialmente excavada de rocas hendidas, y sus ruinas, que sin embargo pertenecen a un período posterior, llenan al viajero de asombro. Augustus F. Tholuck



Vers. 12. Danos socorro contra el adversario, porque vana es la ayuda del hombre. Deberíamos orar con más confianza en Dios cuando nuestra confianza en el hombre se ha desvanecido. Cuando la ayuda del hombre es vana, no iremos en vano a buscar la ayuda de Dios. C. H. S.



El que desea la ayuda de Dios en cualquier asunto debe cesar en su confianza en la ayuda humana; y al ver la vanidad de la ayuda del hombre, ha de hacer que el creyente espere más en la ayuda de Dios, como ocurre aquí. David Dickson



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