Charles Spurgeon Collection: Spurgeon - C.H. - Tesoro de David (Treasury of David): 145 Salmo 145

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Charles Spurgeon Collection: Spurgeon - C.H. - Tesoro de David (Treasury of David): 145 Salmo 145



TOPIC: Spurgeon - C.H. - Tesoro de David (Treasury of David) (Other Topics in this Collection)
SUBJECT: 145 Salmo 145

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SALMO 145



Éste es uno de los Salmos alfabéticos, compuesto con mucho arte, e indudablemente así ordenado para ayudar a la memoria. El Espíritu Santo condesciende incluso al uso de métodos de artificio del poeta para asegurarse la atención e impresionar al corazón.



Título: Ciertamente la alabanza de David es la mejor alabanza, porque es la de un hombre de experiencia, de sinceridad, de calma y de intenso fervor en el corazón.



Nadie puede rendir la alabanza ofrecida por David, porque esto sólo David pudo hacerlo, pero podemos tomar el Salmo de David como modelo y procurar hacer nuestra propia adoración personal tan semejante a él como sea posible; tardaremos mucho en igualar nuestro modelo. Que cada lector cristiano presente su propia alabanza al Señor y la llame con su propio nombre. ¡Qué riqueza y variedad de alabanzas presentaríamos en este caso por medio de Jesucristo! C. H. S.



Título: «La alabanza de David». Los Salmos son las alabanzas de Dios acompañadas de canto; los Salmos son cantos que contienen la alabanza a Dios. Si hay alabanza, pero no hay Dios, no hay Salmo. Si hay alabanza, y alabanza a Dios, pero no hay canto, no es un Salmo. Para hacer un Salmo se necesitan tres cosas: alabanza, alabanza a Dios y canto. Agustín



Vers. 1. Te ensalzaré, mi Dios, mi Rey. David como rey de Dios adora a Dios como su Rey. Es bueno cuando la realeza del Señor estimula nuestra lealtad, y nuestro espíritu es acuciado a magnificar a su majestad. El Salmista ha ensalzado a su Señor muchas veces antes; está haciéndolo todavía y lo hará en el futuro; la alabanza es para todos los tiempos. C. H. S.



Rey. Dios es Rey en verdad; los demás son llamados reyes en vanidad. Martín Geier



Vers. 2. Cada día te bendeciré. Sea cual sea el carácter que tenga el día, o mis circunstancias y condiciones durante el día, continuaré glorificando a Dios. Haríamos bien en considerar la materia, y veríamos causa abundante en cada día para rendir bendición especial al Señor. Todo, antes del día; todo, durante el día, y todo, después del día debería impulsarnos a engrandecer a nuestro Dios cada día; cada día del año. Nuestro amor a Dios no es cuestión de días santos; cada día es santo para los santos. C. H. S.



Cada día. Dios ha de ser bendecido y alabado en los días oscuros y los claros. Johanes Paulus Palanterius



Te bendeciré y alabaré tu nombre.
La repetición da idea del fervor de su afecto para esta obra, lo decidido de su propósito de abundar en ello, y la frecuencia de las ocasiones en que lo hace. Matthew Henry



Vers. 4. Una generación encomiará tus obras a la siguiente generación. Cuando la iglesia esté desmayándose bajo el enebro en el desierto, allí acudirán los profetas para alimentarla hasta la bienaventurada resurrección de los testigos. Nuestro deber es estudiar la obra presente, y alabar la ayuda presente y regocijarnos en gran manera cuando el Señor envíe, como hizo una vez, a Boanerges y a Bernabé juntos.



Orad por el manto, cinto y bendición de Elías, por el amor de Juan y el celo de Pablo, y para que se combinen con miras a atraer almas al cielo; hasta que venga el Amado como un corzo por encima de las colinas de las especias; hasta que huyan las sombras; hasta que amanezca, y la estrella del día se levante en vuestros corazones. Samuel Lee





Vers. 5. Hablarán del esplendor de la gloria de tu majestad. Todo lo que tiene que ver con el gran Rey es majestuoso, honroso, glorioso. Lo menor de El es mayor que lo mayor del hombre; lo inferior, más alto que lo más alto del hombre. No hay nada acerca del Señor infinito que no sea digno de su realeza; y, por otra parte, no falta nada en el esplendor de su reino; su majestad es honrosa, y su honor es glorioso; El es del todo maravilloso. C. H. S.



Vers. 6. Tu grandeza. Los hombres están enamorados de la grandeza. Así que han de buscarla en Dios y obtenerla de Dios. David hizo las dos cosas. Toda la historia muestra a la criatura aspirando a esta gloria. Asuero, Astiages, Ciro, Cambises, Nabucodonosor, fueron llamados todos «el Grande».



Alejandro el Grande, cuando llegó al Ganges, ordenó que se hiciera una estatua suya mayor que su tamaño natural, para que la posteridad pudiera creer que había sido de noble estatura. Sólo en Cristo alcanza el hombre la grandeza que su corazón anhela: la gloria de la perfecta bondad. Thomas Le Blanc



Vers. 7. Proclamarán el recuerdo de tu inmensa bondad: Dios, pues, no es alabado en absoluto si no es alabado en gran manera. Las alabanzas débiles y apagadas le son desdoro; para que una persona o cosa sea honrada, ha de haber proporción entre el honor y la alabanza y la dignidad de la persona o cosa honrada y alabada. Henry Jeanes



No ceséis, bocas gozosas que alabáis al Señor. No podéis excederos, no podéis exagerar. Decís que tenéis entusiasmo, pero no habéis llegado a la mitad del que falta todavía. Entusiasmaos más. Mostrad mayor fervor. C. H. S.



Hay demasiados testigos de la bondad que son testigos silenciosos. Los hombres no hablan bastante de los testimonios que podrían dar sobre este asunto. La razón por la que me gustan los metodistas -los buenos, naturalmente-, es que tienen una lengua a la altura de su piedad. Cumplen bien la orden de Dios: fervientes en espíritu. Henry Ward Beecher



Y cantarán tu justicia. Los pensadores modernos de buena gana eliminarían la idea de justicia de su noción de Dios; pero los convertidos, no. Es una señal de crecimiento en la santificación el que nos gocemos en la justicia, la rectitud y la santidad de nuestro Dios.



Incluso un rebelde puede regocijarse en la misericordia que él ve como indulgencia; pero un súbdito leal se regocija cuando sabe que Dios es tan justo que ni aun para salvar a sus propios elegidos consentiría en violar la justicia de su gobierno moral. Son pocos los hombres que gritan con gozo ante la justicia de Jehová, pero los que lo hacen son sus escogidos, en los cuales su alma se deleita. C. H. S.



Tu justicia. Es fácil percibir la justicia de Dios declarada en el castigo de los pecados; sólo la cruz declara «su justicia para remisión de pecados». La cruz magnifica la justicia al perdonar el pecado, y la misericordia al castigarlo. John M'laurin



Vers. 8. Grande en misericordia. Si el Señor es grande en compasión, no hay lugar en El para el olvido o la aspereza, y nadie puede sospechar que los haya en Él. ¡Qué océano de compasión tiene que haber estando el Dios infinito lleno de ella! C. H. S.



Lento para la ira. Aun los que rehúsan su gracia, participan de su longanimidad. Cuando los hombres no se arrepienten, sino que, al contrario, van de mal en peor, El se resiste a dejar que su ira se encienda contra ellos. Con gran paciencia y deseoso en extremo de que el pecador pueda vivir, «deja caer el trueno ya levantado» y sigue teniendo paciencia. C. H. S.



Vers. 9. Bueno es Jehová para con todos. Aun los peores saborean la misericordia de Dios; los que luchan contra la misericordia de Dios la saborean; los inicuos tienen algunas migajas de la mesa de la Misericordia. Hay dulces gotas de rocío tanto en el cardo como en la rosa. La misericordia abarca mucho territorio. La cabeza de Faraón llevaba una corona por más que su corazón estaba endurecido. Thomas Watson



Y la ternura de su amor sobre todas sus obras. La bondad es una ley del universo de Dios: el mundo fue planeado para ser feliz; incluso ahora, en que el pecado ha echado tan tristemente a perder la obra de Dios e introducido elementos que no estaban al principio, el Señor ha dispuesto las cosas de modo que la caída es reparada, la maldición tiene su antídoto y es mitigado el dolor inevitable.



Incluso en este mundo herido por el pecado, bajo su economía en desorden, hay abundantes indicios de una mano hábil para aliviar la desazón y curar la enfermedad. Lo que hace la vida tolerable es la ternura del gran Padre. Esto se ve tanto en la creación de un insecto como en el gobierno de las naciones.



El Creador nunca es áspero; la Providencia no es olvidadiza; e] que gobierna no es cruel. No se hace nada para crear enfermedad; no hay órganos dispuestos a fomentar la desgracia o el sufrimiento; la entrada de la enfermedad y el dolor no están de acuerdo con el plan original, sino que es el resultado de nuestro estado desordenado. El cuerpo del hombre, cuando salió de la mano del Hacedor, no estaba formado para la enfermedad, decrepitud o la muerte, ni había el propósito para él de males y angustias; muy al contrario, estaba constituido para la actividad gozosa y el goce pacífico de Dios.



Jehová con gran consideración ha dispuesto en el mundo curas para nuestras dolencias, y ayudas para nuestra debilidad; y si bien se ha tardado mucho en descubrir buena parte de ellos, es porque había de ser más beneficioso para el hombre el que los descubriera él mismo que no que fueran etiquetados y colocados delante de sus ojos.



Podemos estar seguros de esto: que Jehová nunca se ha deleitado en los males de sus criaturas, sino que ha buscado su bien y El mismo se ha entregado para aliviar las consecuencias de la culpa en que se habían lanzado ellos mismos. C. H. S.

De veras puede decir el hombre: por mi pecado, he hecho de mí mismo la más vil de todas las criaturas; soy peor que las bestias que perecen; tan vil como un gusano, tan aborrecible como un sapo, por razón de la corrupción que hay en mi corazón y mi disposición contraria a la naturaleza de un Dios santo. Pero hay «misericordia para todos», incluso para criaturas tan viles y despreciables; puede haber alguna para mi, aunque ahora la ira se halle sobre mí.



¡Oh, que tu misericordia, cuya gloria es extenderse sobre todos, me alcance también a mí! ¡Oh si la influencia bendita y poderosa de la misma engendrara fe en mi corazón! David Clarkson



Vers. 10. Te alaben, oh Jehová, todas tus obras. Pregunta a las innumerables plantas y animales; ¿no van a testificar de la acción de la gran Fuente de vida? Sí, de cada una de ellas, de cada departamento de la naturaleza viene la misma repuesta; por todas partes oímos tu nombre, ¡oh Dios!, por todas partes vemos tu amor.



La creación, en toda su longitud, anchura, profundidad y altura, es la manifestación de tu Espíritu, y sin Ti el mundo estaría oscuro y muerto. El universo es para nosotros la zarza ardiente que vio el caudillo hebreo: Dios está siempre presente en ella, porque arde con su gloria, y el terreno en que estamos siempre es santo. «Francis» (Viscount Dillon)



Y tus santos te bendigan.
Sólo los hombres benditos van a bendecir al Señor. Sólo los santos bendecirán al Dios trino. Si alabamos a Jehová a causa de sus obras alrededor de nosotros, hemos de seguir bendiciéndole por sus obras dentro de nosotros. Que sea verdad, especialmente la segunda parte de este versículo. C. H. S.



El lirio se levanta sobre su delgado tallo y despliega sus pétalos de oro y sus hojas de reluciente marfil; y con su misma existencia alaba a Dios.



El mar retumba potente en la tempestad, arrollando todo lo que halla a su paso; y cada embestida de sus olas alaba a Dios. Los pájaros, por la mañana, y algunos por la noche, no cesan en sus alabanzas, uniéndose a las diez mil otras voces que hacen un concierto incesante ante el trono.



Pero obsérvese que ni la flor ni el mar ni el pájaro alaban con la intención de alabar. Para ellos no hay ejercicio del intelecto, porque no conocen a Dios y no pueden entender que Él es digno; ni aun saben tampoco que están alabándole. Exhiben su bondad y su sabiduría, y al hacerlo realizan mucho: pero nosotros hemos de aprender a hacer más.



Cuando tú y yo adoramos a Dios, hay en este acto el elemento de voluntad, de inteligencia, de deseo, de intento; y en los santos de Dios hay otro elemento, a saber, el del amor a El, de gratitud reverente hacia El, y esto transforma la alabanza en bendición.



Si ves que un hombre es un pintor eminente, exclamas: «Su pincel está lleno de vida.» Pero este hombre no es amigo tuyo; tú no pronuncias ninguna bendición sobre su nombre. Es posible que lamentes que su destreza y arte en su profesión no vayan acompañadas de un buen carácter. Otra persona es en extremo hábil en su profesión, pero te trata injustamente, y, por tanto, aunque alabas sus logros extraordinarios, no puedes bendecirle, porque no tienes motivo para hacerlo.



Estoy convencido de que existe en algunos un sentimiento así de admiración a Dios por su gran habilidad, su poder, su sabiduría, y, con todo, no sienten en su corazón el calor del amor hacia Él; pero en los santos la alabanza es endulzada con el amor y está llena de bendición. C. H. S.



Vers. 11. Y la gloria de su reino divulguen. No hay tema más beneficioso para la humildad, la obediencia, la esperanza y el gozo que el del poder reinante del Señor, nuestro Dios. C. H. S.



Y hablen de tu poder. ¿Quién calcula las fuerzas de reserva del Infinito? ¿Cómo puede, pues, fallar su reino? Oímos hablar de cinco grandes potencias, pero ¿qué son al lado de la gran Potencia? El Señor es «el bendito y único Potentado». C. H. S.



Vers. 13. A la puerta de una antigua mezquita, en Damasco, que había sido antes una iglesia cristiana, pero durante doce siglos ha sido uno de los santuarios mahometanos más sagrados, hay inscritas estas palabras memorables: «Tu reino, oh Cristo, es un reino eterno, y tu dominio permanece por todas las generaciones.»



Aunque dentro de la misma el nombre de Cristo ha sido blasfemado con regularidad, y los discípulos han sido maldecidos regularmente durante doce siglos, la inscripción persiste inalterada por el tiempo y está intacta. No se conocía su existencia durante el largo reinado de intolerancia y opresión mahometana; pero cuando fue restaurada parcialmente la libertad religiosa y los misioneros fueron autorizados para establecer una iglesia cristiana en aquella ciudad, salió de nuevo a la luz, alentándoles en su obra de fe y de amor. John Bate



Vers. 14. Sostiene Jehová a todos los que caen. Los que caen, en nuestra raza, son esquivados por todos, y es la ternura peculiar del Señor que sea precisamente a ellos que El mira, aun cuando sean los principales de los pecadores y los menos considerados de la humanidad. Los que caen entre nosotros es muy fácil que sean hollados por los fuertes: su timidez y dependencia hacen de ellos las víctimas de los orgullosos y los dominadores. A ellos también el Señor sostiene con su mano. El Señor se complace en obrar al revés que nosotros: rebaja al orgulloso y eleva al humilde. C. H. S.



Vers. 15. Los ojos de todos esperan en ti. ¿Clamarán a Dios, a su manera, las bestias y tú permanecerás en silencio? El Señor te ha elevado por encima de estas criaturas inferiores y te ha hecho apto para los actos, inmediatos de su adoración y para una c9munión más elevada con El, y ¿no le servirás tú en consecuencia? El te ha dado un corazón y un alma espiritual, en tanto que a ellos les ha dado apetitos sensuales y deseos naturales, y ¿clamarán ellos a Dios a su manera, y no lo harás tú con lo que posees? Alexander Pitcairne



Ojos... esperan en ti. Muchos mendigos han sido aliviados a la puerta de Cristo haciendo meramente gestos. William Secker



En la agonía, la naturaleza no es atea; la mente que no sabe adónde volar, vuela a Dios. Hannah More



Tú les das su comida a su tiempo. Mr. Robertson nos contó de un niñito que estaba acostumbrado a ver que llegaba provisión inesperada para las necesidades de su madre, como respuesta a la oración. En Escocia la harina se pone en un tonelito, y el muchacho hambriento lo observaba con frecuencia. Un día dijo: «Madre, creo que Dios está escuchando cuando rascas el fondo del tonel.» The Christian



Vers. 16. Abres tu mano. Dios abrió su mano y satisfizo a toda la creación, pero tuvo que comprar a la iglesia con su sangre... ¡En qué variedad de formas son provistas nuestras necesidades! La tierra es fructífera; el aire está lleno de vida; las nubes se vacían sobre la tierra; el sol derrama sus rayos benévolos; pero la operación de todas estas causas secundarias es sólo la de ¡abrir su mano! Es más, ¿miramos nosotros los instrumentos o agentes también como medios? Los padres nos alimentan en nuestra infancia y proveen para las necesidades; se nos abren avenidas para nuestra subsistencia futura; se forman conexiones que resultan ser fuentes de bienestar; los amigos son amables en tiempos de apuro; nos llegan provisiones de puntos que no habíamos esperado. ¿Qué son estas cosas sino que su mano se abre? Si su mano estuviera cerrada, ¿qué sería de este mundo? Los cielos sordos, la tierra desolada; hambre, pestilencia y muerte, esto es lo que resultaría. Andrew Fuller



Vers. 17. Justo es Jehová en todos sus caminos. No hay nada más difícil en el tiempo de la tribulación, cuando Dios, al parecer, nos ha abandonado o nos aflige, que el restringir nuestros impulsos corruptos a sublevamos contra sus juicios; como se nos dice del emperador Mauricio en un memorable pasaje histórico, que al ver a sus hijos asesinados por el pérfido traidor Focas, y él a punto de ser llevado también a la muerte, exclamó: «Justo es Jehová en todos sus juicios.» Juan Calvino



Santo en todas sus obras. Dios es bueno, de modo absoluto y perfecto; y de lo bueno no puede salir nada que no sea bueno; y, por tanto, todo lo que Dios ha hecho es bueno, como El es; así pues, si algo en el mundo parece malo, hay que considerar una de estas dos cosas: O bien no es malo, aunque nos lo parezca -y Dios hará salir lo bueno de ello a su debido tiempo y justificará su nombre ante los hombres, y mostrará que Él es santo en todas sus obras y justo en todos sus caminos-, o bien que, si la cosa es realmente mala, entonces Dios no la hizo. Ha de ser una enfermedad, una equivocación y un fall9 del hombre, pero no ha sido hecho por Dios. Porque todo lo que El ha hecho lo ve eternamente; y he aquí, es muy bueno. Charles Kingsley



Vers. 18, 19. Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos. El Dios que prepara, el Corazón de su pueblo para orar, les prepara el oído para ofr; y El, que promete ofr antes que, llamemos, nunca se negará a prestar atención cuando clamamos a El. Como dijo Calvino: «Las opresiones y las aflicciones hacen que el hombre clame, y los clamores y las súplicas hacen que Dios escuche.» F. E.



Ver. 19. Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará. Alguien dijo: «La parte principal del cristianismo es el deseo de ser cristiano.» Y otro: «La suma total de la religión en esta vida consiste en los verdaderos deseos de la gracia salvadora.» William Fenner



Dios no nos concederá cada uno de nuestros deseos, ésta es su misericordia; porque algunos de ellos son pecaminosos. David deseaba vengarse de Nabal y su familia inocente. Jonás deseaba la destrucción de Nínive. ¿Cuál es el deseo principal de un marinero? Llegar al puerto. Así los santos serán llevados a su puerto deseado. ¿Qué diremos de un peregrino? (Ver Hebreos 11:16.) Así todos los deseos de un cristiano se resumen en esto: El que pueda gozar de Dios eternamente y ser como El. Sin duda hay un gran misterio en estas cosas. No obstante, creo que es cierto que cuando Dios levanta un deseo espiritual en tina persona, con frecuencia, aunque no siempre, es con la intención de conceder el objeto deseado. Andrew Fuller



Dios cumple la voluntad de aquellos que temen desobedecer su voluntad. Simón De Muis



Vers. 21. Y todo hombre bendiga su santo nombre eternamente y para siempre. Sólo los corazones santos alabarán el santo nombre o el carácter del Señor; ¡ojalá que toda carne fuera santificada; entonces la santidad de Dios sería el deleite de todos! Nuestros corazones se deleitan alabándole. Nuestra boca, nuestra mente, nuestro labio, nuestra vida serán de nuestro Señor durante toda esta existencia mortal y cuando el tiempo no sea ya más. C. H. S.



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